Texas. El cohete Starship de SpaceX, la nave más grande y poderosa jamás construida, se desintegró este martes por la noche durante su noveno vuelo de prueba, luego de perder el control mientras se dirigía hacia un aterrizaje en el océano Índico. Fue la primera vez que uno de estos vehículos espaciales volaba con un propulsor reutilizado.
El despegue se realizó desde Starbase, la base de lanzamiento de SpaceX en el sur de Texas. La compañía, propiedad de Elon Musk, tenía previsto liberar una serie de satélites simulados y probar el escudo térmico de la nave durante una reentrada controlada. Sin embargo, los objetivos no se cumplieron.
Según SpaceX, la puerta encargada de liberar los satélites no se abrió por completo y, poco después, la nave comenzó a girar fuera de control. La empresa confirmó que el vehículo sufrió un “desmontaje rápido no programado”, es decir, se desintegró. “Los equipos continuarán revisando los datos y trabajando hacia nuestro próximo vuelo de prueba”, señaló SpaceX en un comunicado.
Durante el vuelo, se perdió también la comunicación con el propulsor, que cayó en el Golfo de México. La nave continuó su trayecto, pero perdió el control debido a lo que se presume fue una fuga de combustible.
“Hoy no logramos muchos de nuestros objetivos en órbita”, admitió Dan Huot, comentarista del vuelo en la transmisión oficial de la empresa, la cual fue interrumpida tras perderse el contacto con la nave.
Los dos vuelos anteriores de Starship tampoco lograron superar la región del Caribe y terminaron pocos minutos después del despegue. Aunque no se reportaron daños ni personas heridas, los lanzamientos interrumpieron el tráfico aéreo en las zonas cercanas.
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) había autorizado esta nueva prueba, extendiendo el área de exclusión aérea y modificando los horarios para evitar afectaciones mayores.
La NASA depende del éxito de SpaceX con el proyecto Starship para su programa Artemis, que planea llevar astronautas de nuevo a la Luna. En una primera misión programada para 2026, cuatro astronautas volarán alrededor del satélite natural, sin descender en su superficie. Se espera que el alunizaje ocurra en 2027, utilizando una nave Starship para transportar a dos astronautas desde la órbita lunar hasta la superficie y de regreso.