Ciudad de México. Nada pesa tanto como un clásico. Y en el caso de Cruz Azul vs América, el pasado reciente hace que cada cruce sea un duelo con tintes de revancha. Aunque apenas sea cuartos de final de la Copa de Campeones de la Concacaf, el ambiente es el de una final anticipada. El empate sin goles en la ida deja todo abierto y convierte cada minuto del juego de vuelta en un gramo de gloria… o frustración.
“No es sólo un partido, es el pase entre los cuatro mejores del continente”, subrayó el técnico de La Máquina, Vicente Sánchez, arropado por una multitud que convirtió el entrenamiento en La Noria en una pequeña sucursal del estadio. “Es un clásico importantísimo, la afición nos lo hace sentir. El futbol se gana con goles y saldremos por ellos”.
Para Cruz Azul, los recuerdos de finales perdidas ante América –2013, 2018, 2024– y la eliminación en la semifinal del año pasado, aún duelen. El delantero Ángel Sepúlveda, prudente pero motivado, lo dijo claro: “No nos ha tocado salir victoriosos, pero el pase está ahí. Esta es una revancha”.
Con siete títulos de Concacaf, América quiere repetir la historia de 2016, cuando conquistó el campeonato y disputó el Mundial de Clubes. Cruz Azul, con seis coronas, busca igualar a su acérrimo rival y volver al plano internacional tras años de tropiezos. El peso histórico entre ambos es equiparable, pero el presente se jugará en 90 minutos.
Desde las gradas del entrenamiento, entre banderas, bengalas y cánticos de “¡Queremos la Copa!”, los integrantes de la Sangre Azul, junto a dirigentes como Víctor Velázquez e Iván Alonso, empujan al equipo en una muestra de unidad pocas veces vista en años recientes.
“Imaginamos a un rival que quiere ganar, pero no más que nosotros”, dijo André Jardine, técnico de América, quien enfrenta el partido con dudas importantes: Henry Martín está descartado por lesión, mientras que Rodrigo Aguirre y Alan Cervantes están en duda hasta último momento.
Además, las Águilas cuentan con una ligera ventaja: el gol de visitante vale doble, por lo que cualquier anotación en el Olímpico obligaría a Cruz Azul a ganar el global. Jardine no se fía: “La estadística, los números y el pasado no importan. Todo se define en la cancha”.
La tensión crece. La historia aprieta. Y aunque aún falte mucho para el final de la temporada, este clásico podría marcarlo todo.