Marisol encontró un propósito en República Dominicana a través de su inquebrantable pasión por la música, después de haber tenido que dejar Venezuela en 2015 debido a la situación económica.
Marisol Luna, una violinista de 49 años originaria de Caracas, Venezuela, está decidida a mantener viva la música de su tierra. Encontró un propósito en República Dominicana a través de su inquebrantable pasión por la música, después de haber tenido que dejar Venezuela en 2015 debido a la situación económica.
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“Creo que la música puede obrar milagros de muchas formas. En el ámbito social, un músico entiende que su instrumento es una extensión de su cuerpo y que la música es el idioma universal. La música transmite emociones, felicidad, calma, esperanza, y revive recuerdos, lo cual es hermoso”, explicó.