La número dos de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU advirtió este lunes que la situación en Nicaragua ha seguido deteriorándose, con medidas cada vez más represivas por parte del Gobierno. “Reina un clima severo y represivo en el país”, dijo.
Nada Al-Nashif destacó que las reformas legales de los últimos meses han ampliado los poderes del Estado para criminalizar la disidencia, incluida la actividad en las redes sociales.
El Gobierno también ha estado despojando a los ciudadanos de su nacionalidad y sus bienes, dejando a muchos apátridas.
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Continúan las detenciones arbitrarias de opositores políticos, líderes indígenas, defensores de los derechos humanos y figuras religiosas, y hay numerosos informes de tortura y desapariciones forzadas.
Según la Oficina de Derechos Humanos, la situación es especialmente grave para las comunidades indígenas de la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte, donde persisten la violencia y las agresiones sexuales por parte de los colonos.
La ONU instó a rechazar los cambios constitucionales propuestos recientemente. “La eliminación del reconocimiento explícito de la prohibición de la tortura es especialmente atroz”.
También subrayó la importancia de restaurar las instituciones democráticas y el diálogo, y pidió a la comunidad internacional que intensifique su apoyo a esos esfuerzos.
 
			 
			
 
                                 
                                






