En Paraguay, uno de cada cuatro niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años está fuera del sistema educativo, situación que se agrava cuando existe una discapacidad. Cristina era una de esas niñas, pero ahora, gracias, a un proyecto que cuenta con el apoyo de UNICEF, ha podido integrarse en una escuela cumpliendo un sueño de su madre.
Cristina es una niña con discapacidad que fue a estudiar por primera vez a sus 9 años. En febrero, la escuela San Miguel de San Pedro del Paraná la recibió en su aula. Fue amor a primera vista: desde ese día hasta la fecha su sonrisa sigue dibujada en su rostro.
Cuando la madre de Cristina recordó todo lo que tuvo que pasar al lado de su hija empezaron a llenarse sus ojos de lágrimas y el pecho se sintió pesado de tanta emoción. Largos suspiros y pausas, entre sorbos de tereré, fueron necesarios para recapitular lo sobrellevado al lado de su hija Cristina, a la que cría, con ayuda de sus otros hijos, en una humilde vivienda ubicada en el departamento de Itapúa, a 360 kilómetros de la capital de Paraguay.
Cristina es una niña con discapacidad que no puede hablar ni caminar porque tiene parálisis infantil. Sin embargo, se comunica a través de la mirada, sonidos y gestos. El diagnóstico médico que le dieron es retraso global del neurodesarrollo e hipoxia perinatal y su mamá nos explica que, para ella, entre todas esas palabras que eran difíciles de entender, su hija iba a ser su compañerita, su pequeña bebé para toda la vida.
En Paraguay, uno de cada cuatro niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años está fuera de la escuela, según un estudio del Ministerio de Educación y Ciencia y UNICEF en 2023. Las razones de este problema son múltiples: la situación de pobreza en la que viven las familias, la baja percepción de la sociedad sobre la importancia de la educación y la ausencia de servicios integrados que contribuyan a la permanencia en la escuela.
Entre los grupos en mayor situación de vulnerabilidad aquellos con discapacidad. Se estima que al menos el 10% de los niños, niñas y adolescentes de Paraguay tiene alguna discapacidad. La falta de acceso a servicios y de diagnóstico profesional, limitados entornos de aprendizaje y pedagogías no centradas en el estudiante son algunas de las barreras que contribuyen a la exclusión.







