Ciudad de México. Durante su más reciente participación en un monólogo transmitido por televisión, el actor mexicano Diego Luna alzó la voz en defensa de los trabajadores indocumentados en Estados Unidos y criticó con dureza el discurso de odio promovido por el expresidente Donald Trump, en el contexto del retorno de redadas migratorias autorizadas por el Departamento de Seguridad Nacional.
“No entiendo cómo alguien como Donald Trump puede llegar a tener tanto poder, ni cómo su discurso de odio echa raíces en un país que históricamente se ha construido acogiendo al extranjero”, declaró Luna, de 45 años, con firmeza.
En su intervención, el actor expresó preocupación por los reportes que indican que trabajadores en sectores como el agrícola, hotelero y restaurantero han dejado de asistir a sus empleos por temor a operativos del ICE, la agencia federal encargada de ejecutar las leyes migratorias. “Demasiadas personas viven con miedo. Miedo de llevar a sus hijos a la escuela. Miedo de salir a trabajar honradamente”, afirmó.
Luna subrayó que los inmigrantes “han sido clave en la reconstrucción del país en momentos difíciles. Alimentan a esta nación, cuidan de los hijos y los mayores, y sostienen la economía en múltiples sectores”, incluyendo la construcción, la hostelería, el comercio, los servicios técnicos, el transporte y la agricultura.
El actor concluyó con un llamado a la acción y una propuesta clara: “La única solución es darles un camino hacia la certeza legal. Eso es lo que sus vecinos realmente merecen para sentirse bienvenidos en este país, al que ya pertenecen”.
También instó al público a informarse y apoyar a organizaciones que defienden los derechos de los migrantes, como Public Counsel y Kids in Need of Defense.
El pronunciamiento de Luna coincidió con una nueva escalada en la política migratoria estadounidense. Según reveló The Washington Post, el Departamento de Seguridad Nacional reactivó las redadas laborales del ICE el pasado 16 de junio, apenas días después de haber suspendido temporalmente dichas operaciones. Las acciones se centraron en centros de trabajo en ciudades como Los Ángeles, provocando manifestaciones en rechazo a los operativos y una respuesta militar del gobierno de Trump, que incluyó el despliegue de la Guardia Nacional y efectivos de los marines.







