Nueva York. Las ventas minoristas en Estados Unidos crecieron 0.6% en agosto frente a julio, impulsadas por las compras de regreso a clases y por adquisiciones adelantadas ante el temor de aumentos de precios derivados de los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump, informó el Departamento de Comercio.
El dato, dado a conocer este martes, estuvo en línea con las previsiones de analistas y representa el tercer mes consecutivo de incrementos tras las caídas registradas en abril y mayo. Excluyendo automóviles, las ventas subieron 0.7%, mientras que los concesionarios reportaron un alza de 0.5%.
Los principales aumentos se observaron en el comercio electrónico (2%), ropa y accesorios (1%) y restaurantes (0.7%). En contraste, las tiendas de muebles y artículos para el hogar retrocedieron 0.3%.
El informe se publica en un contexto de presiones inflacionarias. Según el Departamento de Trabajo, los precios al consumidor aumentaron 2.9% anual en agosto, el mayor avance desde enero, y 0.4% respecto al mes previo. La inflación subyacente, que excluye alimentos y energía, se mantuvo en 3.1%, por encima del objetivo de 2% de la Reserva Federal.
Analistas advierten que las cifras plantean un escenario complejo para el banco central, que esta semana decidirá si recorta nuevamente la tasa de interés. “El consumidor se mantiene fuerte, pero la subyacente no cede, lo que obliga a la Fed a actuar con cautela”, señaló Alfredo Coutiño, de Moody’s Analytics.
El impacto de las medidas comerciales ya comienza a sentirse en sectores específicos. El grupo Footwear Distributors and Retailers of America advirtió que los zapatos de mujer serán los primeros en reflejar alzas de precios, mientras que cadenas como Walmart y Best Buy reconocen que absorben parte de los costos para evitar trasladarlos de manera inmediata al consumidor.
En julio, la creación de empleo fue de apenas 22 mil puestos, muy por debajo de lo previsto, lo que refleja la presión que los aranceles ejercen sobre el mercado laboral.
Pese a ello, expertos como Ted Rossman, de Bankrate, destacan que la resiliencia del consumidor sigue siendo un motor clave: “Las compras de regreso a clases fueron un factor determinante en el buen desempeño de agosto”.