Washington. — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este martes que no tiene planes de remover al presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, pese a sus constantes críticas por no reducir las tasas de interés.
“No tengo intención de despedirlo”, declaró Trump ante reporteros en el Salón Oval. “Me gustaría verlo un poco más activo en cuanto a su idea de bajar las tasas de interés”, añadió.
“Si no lo hace, ¿es el fin? No”, concluyó, en lo que representa una moderación en su postura tras haber calificado a Powell de “gran perdedor” un día antes.
Choque con la Fed afecta a los mercados
La relación entre el mandatario republicano y el jefe del banco central más poderoso del mundo se ha deteriorado en los últimos días, generando inestabilidad en los mercados financieros. El lunes, Wall Street cerró a la baja, con pérdidas en los tres principales índices bursátiles, tras una serie de ataques de Trump contra Powell por su política monetaria.
El presidente acusa a la Fed de no actuar con rapidez para bajar las tasas de interés y también le reprocha haber advertido que la guerra comercial impulsada por la Casa Blanca podría aumentar la inflación. El mismo Trump insinuó la semana pasada en redes sociales que ya era hora de poner fin al mandato de Powell, cuya gestión actual concluye en mayo de 2026.
Cabe recordar que Powell fue nombrado por el propio Trump durante su primera presidencia y ratificado posteriormente por el presidente Joe Biden.
Tensiones que ponen a prueba la independencia del banco central
Los analistas observan con preocupación el conflicto entre la Casa Blanca y la Fed, ya que pone en entredicho la independencia del banco central, considerada un pilar fundamental de la credibilidad financiera de Estados Unidos a nivel global.
La presión de Trump se produce en un contexto de ralentización económica. El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó a la baja su pronóstico de crecimiento para Estados Unidos, situándolo en 1.8 por ciento para 2025, lo que representa 0.9 puntos porcentuales menos respecto a su proyección de enero.
Aunque un recorte de tasas podría impulsar el consumo y la inversión al abaratar el crédito, también aumentaría el riesgo inflacionario, especialmente si se combina con los efectos de los aranceles impuestos a productos importados en el marco de la nueva guerra comercial con China.
Frente a esta coyuntura, Powell ha optado por la cautela, defendiendo la necesidad de mantener una política monetaria equilibrada para no comprometer la estabilidad de precios en el mediano plazo.







