Washington, D.C. – En una sesión crucial, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó con mayoría abrumadora una resolución condenando la acción de la policía de Ecuador al irrumpir en la Embajada de México en Quito. La medida fue adoptada el miércoles con 29 votos a favor, un voto en contra por parte de Ecuador, una abstención de El Salvador, y la ausencia de dos países miembros.
Este pronunciamiento de la OEA, un organismo continental dedicado a la promoción de la democracia, los derechos humanos y la seguridad en la región, marca un hito en la respuesta internacional al incidente del pasado viernes. La resolución condena “enérgicamente la intrusión en las instalaciones de la Embajada de México en Ecuador y los actos de violencia ejercidos contra la integridad y la dignidad del personal diplomático en la misión”.
La resolución subraya la responsabilidad de todos los Estados miembros de asegurar el respeto a los privilegios e inmunidades de las misiones diplomáticas, basándose en el principio de inviolabilidad de las embajadas, un pilar fundamental del derecho internacional y las relaciones diplomáticas.
En un gesto hacia la reconciliación, la OEA ha instado a ambos países, Ecuador y México, a iniciar un diálogo y a tomar medidas inmediatas para resolver este asunto de manera constructiva. Además, la organización ha ofrecido su mediación para facilitar cualquier esfuerzo que pueda ser útil en la resolución de este conflicto.
Asimismo, se ha instruido a la Secretaría General de la OEA para que comunique la resolución al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, extendiendo así el alcance de la condena a nivel global.
Este pronunciamiento de la OEA refleja el consenso regional sobre la importancia del respeto a las normativas internacionales que rigen las relaciones diplomáticas. La resolución es un llamado a la acción para que Ecuador y México encuentren un camino hacia la resolución de este grave incidente, preservando la dignidad y seguridad del personal diplomático, y reafirmando el compromiso con los principios del derecho internacional.