La reciente ola de frío extremo en Estados Unidos ha tenido consecuencias mortales, con más de 80 muertes reportadas debido a las severas condiciones climáticas. Las bajas temperaturas, las intensas nevadas y las heladas, especialmente pronunciadas en el noreste del país, han resultado en víctimas mortales por la caída de árboles y accidentes de tránsito en carreteras cubiertas de hielo.
Además, muchos hogares han quedado sin electricidad debido a los daños causados en la infraestructura eléctrica por el mal tiempo. Se espera que las condiciones extremas disminuyan en los próximos días, pero existe la preocupación de que el derretimiento de la nieve y el hielo acumulados pueda provocar inundaciones graves a lo largo del país.
Este fenómeno no se ha limitado a Estados Unidos; Europa también ha sentido el impacto de tormentas de nieve y heladas más fuertes de lo usual, causando perturbaciones significativas en el tráfico y en la vida diaria de sus habitantes.
Estos eventos resaltan la importancia de tomar precauciones durante condiciones climáticas extremas, como abrigarse adecuadamente, conducir con cautela y estar atentos a los síntomas de hipotermia, así como asegurarse de que los dispositivos de calefacción funcionen correctamente para evitar situaciones que pongan en riesgo la vida.







