Caracas. — El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó este lunes que los canales de comunicación entre Caracas y Washington están “desechos” y responsabilizó a Estados Unidos por la situación, a la que atribuyó amenazas políticas, judiciales y militares.
En una conferencia con periodistas nacionales e internacionales, Maduro sostuvo que las relaciones “pasaron de una etapa de comunicaciones maltrechas a comunicaciones desechas” y añadió que, pese a ello, existe un “hilo de comunicación mínimo” con el diplomático John McNamara, acreditado en Colombia y encargado de asuntos venezolanos, que se mantiene para coordinar repatriaciones de migrantes deportados desde Estados Unidos. “Eso es una prioridad para nosotros, a todos los vamos a rescatar”, señaló.
El mandatario venezolano vinculó la tensión a lo que calificó como “agresiones” de Washington y volvió a criticar declaraciones de funcionarios estadounidenses. En particular, atacó al secretario de Estado Marco Rubio, a quien llamó “el señor de la muerte, la guerra y el odio”, y reprochó la postura de la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, por comentarios sobre movimientos militares en el Caribe.
Maduro se refirió además a un incidente ocurrido la semana pasada en aguas de la zona económica exclusiva venezolana, cuando, según su relato, 18 marines desembarcaron desde el destructor estadunidense Jason Dunham y abordaron un barco pesquero. Calificó la operación de “bochorno” y aseguró que pudo haber sido utilizada para “buscar un incidente mayor”. A su vez, afirmó que las autoridades estadounidenses no siguieron el protocolo de comunicación previsto y que, de haberse comunicado, Venezuela habría ordenado a los pescadores retirarse.
Sobre un video difundido por el presidente Donald Trump que mostraría la destrucción de una lancha supuestamente dedicada al tráfico de drogas, Maduro dijo que en Venezuela las autoridades investigan el caso y puso en duda la autenticidad del material, al tiempo que rechazó la acusación de que su país exporte drogas o pandilleros a Estados Unidos. “Es mentira”, afirmó, y defendió que la producción de cocaína ocurre principalmente en Colombia, a la que señaló por complicidad.
El presidente aseguró también que la presencia militar de Washington en el Caribe busca un “cambio de régimen” en Caracas y, dijo, pretende controlar las reservas petroleras venezolanas y presionar a OPEP+. “Esas reservas son del pueblo venezolano y no serán nunca de más nadie”, sentenció, al tiempo que advirtió que su país está “preparado para preservar su independencia” aunque pidió que no llegue a la confrontación armada.
Las declaraciones se producen en un contexto de alta tensión diplomática y militar en la región, con despliegues navales y discursos recíprocos entre ambos gobiernos. Por su parte, la Casa Blanca y los portavoces estadounidenses han defendido en diversas ocasiones sus operaciones en el Caribe como acciones contra el narcotráfico y otras amenazas regionales; hasta el momento no hubo respuesta oficial inmediata a las afirmaciones más recientes de Maduro.