Washington / Nueva York, 2 de abril de 2025. Diversos sectoresDiversos sectores de la sociedad estadounidense, incluidos científicos, académicos, trabajadores postales y figuras del ámbito cultural, han intensificado sus expresiones de rechazo a las políticas del presidente Donald Trump, a quienes acusan de emprender una ofensiva contra las ciencias, la libertad académica y otras instituciones clave de la vida civil.
Más de 1.900 científicos, ingenieros e investigadores —miembros de la academia científica más prestigiosa del país, fundada hace más de 150 años por el Congreso— firmaron una carta en la que denuncian lo que consideran un “asalto total contra la ciencia estadounidense”. En ella, instant al gobierno federal a cesar los recortes y presionas políticas sobre los centros de investigación. “La voz de la ciencia no debe ser silenciada”, señala el documento.
En el ámbito universitario, 700 profesores de la Universidad de Harvard instalaron en su comunidad una resistencia coordinada frente a lo que califican como ataques antidemocráticos provenientes de la Casa Blanca. La amenaza de recortes presupuestales ha llevado a varias universidades a tomar decisiones polémicas. La Universidad de Columbia , por ejemplo, aceptó colocar su Departamento de Estudios de Medio Oriente bajo supervisión federal durante cinco años, en un intento por evitar el recorte de 400 millones de dólares en financiamiento.
En contraste, algunas voces se han levantado en defensa de la autonomía académica. Michael Roth, rector de la Universidad Wesleyan , hizo un llamado a otros líderes universitarios para no guardar silencio ante la presión política. El rector de la Universidad Cornell , por su parte, escribió en The New York Times que “las universidades son cunas de democracia y bastiones contra la autocracia”.
El clima de tensión también ha impactado a la comunidad científica, donde algunos investigadores han optado por eliminar referencias como «cambio climático» de sus publicaciones o solicitudes de fondos, temerosos de sanciones.
La resistencia se ha extendido más allá del ámbito académico. Trabajadores del servicio postal organizan más de 450 mítines a finales de marzo en rechazo a los planos de privatización del sistema postal. Las protestas continuaron el 23 de marzo bajo el lema “Luchen como el demonio” , según reportes del medio Labor Notes .
El próximo sábado 5 de abril , se prevé una movilización nacional en más de mil ciudades y localidades de Estados Unidos. El evento es impulsado por organizaciones como la AFL-CIO , que agrupa a 15 millones de trabajadores, así como por la Campaña de los Pobres , la Marcha de las Mujeres , MoveOn , el Working Families Party , e Indivisible , entre otras.
También se han unido al movimiento de resistencia diversas figuras del mundo artístico. La actriz Jane Fonda ha exhortado a la comunidad de Hollywood a actuar con valentía, mientras músicos como Tom Morello y cineastas como Michael Moore se han pronunciado en contra de nuevas políticas que condicionan el apoyo a las artes a criterios de “patriotismo”.
Por su parte, la Asociación Biblioteca Americana denunció la clausura de agencias que otorgan fondos a bibliotecas públicas, principalmente en comunidades pequeñas, como parte del ataque contra la infraestructura cultural e intelectual del país.
El periodista Dan Rather comparó el clima actual con las protestas masivas contra la guerra de Vietnam en las décadas de 1960 y 1970. Aunque reconoció que las movilizaciones actuales aún no alcanzan esa magnitud, advirtió: “Están creciendo… y rápidamente”.