Seúl. La Corte Constitucional de Corea del Sur destituyó este jueves al presidente Yoon Suk Yeol, cuatro meses después de que desatara una crisis política al declarar la ley marcial y enviar tropas al Parlamento en un intento fallido por resolver un estancamiento legislativo.
El veredicto fue unánime, y llega más de tres meses después de que la Asamblea Nacional, dominada por la oposición, votara a favor de someterlo a juicio político. La decisión obliga al país a convocar elecciones presidenciales anticipadas en un plazo de 60 días. Según encuestas recientes, el líder del Partido Demócrata y principal figura de la oposición liberal, Lee Jae-myung, se perfila como favorito para suceder a Yoon.
La noticia provocó emocionadas celebraciones entre los opositores al mandatario. En una manifestación cerca del antiguo palacio real, en el centro de Seúl, ciudadanos se abrazaron, lloraron y bailaron al conocerse la decisión de la Corte. “¡Lo logramos!”, gritó un manifestante entre lágrimas.
Sin embargo, se espera que la destitución profundice la polarización política. Analistas advierten que los seguidores de Yoon podrían intensificar sus protestas, lo que prolongaría las tensiones sociales en el país.
El 3 de diciembre, el ahora expresidente declaró de forma abrupta la ley marcial y envió cientos de soldados y agentes de policía a la Asamblea Nacional. Justificó su decisión como un intento por “mantener el orden” ante la parálisis legislativa. No obstante, varios altos mandos militares y policiales han testificado que Yoon ordenó desalojar físicamente a los legisladores para impedir que se votara un decreto que podría limitar sus atribuciones.
La inusual intervención militar provocó masivas protestas ciudadanas tanto a favor como en contra del presidente, marcando uno de los episodios más críticos en la democracia surcoreana desde la transición a un gobierno civil en los años 80.