“Estamos al borde de una guerra total en Líbano, con consecuencias ya devastadoras. Pero todavía hay tiempo para detenerse”, aseguró Guterres, y acotó que la fuerza de mantenimiento de la paz que patrulla la Línea Azul, que divide a ese país de Israel, sigue trabajando y todos los actores deben garantizar su seguridad.
En este punto, también resaltó la soberanía y la integridad territorial de todos los países.
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El Secretario General alertó nuevamente de que cada ataque, misil o cohete disparado aleja aún más la paz y multiplica el sufrimiento de millones de civiles atrapados en el medio.
“Por eso no podemos renunciar, ni renunciaremos, a nuestros llamamientos a un alto el fuego inmediato tanto en Gaza como en Líbano (…) Por eso no podemos renunciar, ni renunciaremos, a nuestros llamamientos a una acción irreversible para una solución de dos Estados entre Israel y Palestina. Todos los pueblos de la región merecen vivir en paz”, concluyó.