El Papa Francisco visitó el hospital Gemelli Isola Tiberina, situado en el centro de Roma, para realizarse «algunas pruebas diagnósticas», tras haber manifestado que aún se encuentra algo resfriado. La información fue confirmada por el Vaticano, que indicó que el Pontífice regresó al Vaticano después de menos de una hora en el hospital.
El Papa, que llegó al hospital en su vehículo habitual, había participado previamente en la audiencia general ante miles de fieles en el aula Pablo VI del Vaticano, donde se sintió obligado a delegar la lectura de su catequesis a un colaborador debido a su estado de salud. «Sigo un poco resfriado, por eso he pedido a monseñor (Filippo) Ciampanelli que lea la catequesis», expresó Francisco, quien se desplazaba en silla de ruedas.
Este no es el primer ingreso del Papa al hospital de la isla Tiberina, ya que anteriormente se sometió a una tomografía computarizada (TAC) durante un episodio de bronquitis. Además, el Vaticano había reportado el lunes que el Papa continuaba presentando «síntomas gripales leves, aunque sin fiebre», lo que llevó a la cancelación de algunas audiencias por precaución.
A pesar de su estado de salud, el Papa Francisco celebró el domingo el rezo del ángelus desde la ventana del palacio pontificio, mostrando buena voz ante los fieles en la plaza de San Pedro. A finales de noviembre, una bronquitis le obligó a cancelar varios compromisos y a ser sustituido en la lectura de sus discursos. Esta situación también provocó la cancelación de un viaje programado a Dubai a principios de diciembre para participar en la cumbre del Clima. Sin embargo, el Pontífice se recuperó y retomó sus actividades, incluyendo el tradicional homenaje a la Virgen de la Inmaculada en la plaza de España el 8 de diciembre.