Desde el 6 de febrero, las aduanas de México han enfrentado fallas significativas en su sistema de despacho de mercancías, lo que ha provocado retrasos considerables en el comercio, especialmente en la frontera con Estados Unidos.
El Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index) ha estimado que el impacto económico de estas fallas podría ascender hasta los 3 mil millones de dólares, considerando que las exportaciones e importaciones IMMEX representan un valor diario de aproximadamente 980 millones de dólares.
Las fallas han afectado principalmente a las aduanas en Ciudad Juárez y Nuevo Laredo, causando la paralización de operaciones y obligando a realizar trámites manualmente, lo que ha incrementado los retrasos en los cruces fronterizos.
En respuesta a la crisis, el Index ha hecho contacto con la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) y el Servicio de Administración Tributaria (SAT) buscando soluciones a la contingencia.
A pesar de los esfuerzos para restablecer los sistemas, usuarios han reportado que las operaciones aún se realizan manualmente, lo que sugiere persistentes retrasos. Esta situación ha llevado a la implementación de servicios de contingencia, especialmente en aduanas de alta actividad como Nuevo Laredo, que es fundamental para el comercio exterior mexicano.
Esta interrupción en las operaciones aduaneras no solo ha afectado el flujo de mercancías sino también ha puesto en evidencia la importancia de contar con sistemas de despacho eficientes y confiables para mantener el comercio fluido, particularmente entre México y Estados Unidos, los principales socios comerciales.
La situación actual subraya la necesidad crítica de soluciones duraderas que aseguren la estabilidad y eficiencia del sistema aduanero mexicano para prevenir futuras afectaciones económicas.