Pekín, agosto de 2025.– Los precios al consumidor en China permanecieron sin cambios en julio respecto al mismo mes del año anterior, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), lo que representa un respiro para la segunda economía mundial en medio de la presión deflacionaria y la débil demanda interna.
El índice de precios al consumidor (IPC) se mantuvo en 0% anual, después de un ligero incremento de 0.1% en junio, superando la previsión de Reuters de una caída de 0.1%. En comparación mensual, el IPC subió 0.4%, revirtiendo la baja de 0.1% registrada el mes anterior.
La inflación subyacente —que excluye alimentos y combustibles— fue de 0.8% anual, su mayor nivel en 17 meses. En contraste, los precios de los alimentos cayeron 1.6% interanual, acelerando la caída de 0.3% registrada en junio.
Zhiwei Zhang, economista jefe de Pinpoint Asset Management, advirtió que aún no es seguro que la deflación haya terminado en China: “El sector inmobiliario no se ha estabilizado, la economía sigue dependiendo más de la demanda externa que del consumo interno y el mercado laboral continúa débil”.
El índice de precios a la producción (IPP), que mide los precios al por mayor, cayó 3.6% anual en julio y 0.2% mensual, mejorando frente a las bajas de 0.4% y 0.4% registradas en junio.
Según la ONE, factores como condiciones meteorológicas extremas y la incertidumbre en el comercio mundial han incidido en la baja de precios en algunos sectores.
La economía china enfrenta un panorama complejo marcado por la prolongada crisis inmobiliaria, el alto desempleo juvenil y las tensiones comerciales con Estados Unidos, que se intensificaron a principios de este año.