Ciudad de México. En medio de una creciente controversia, millones de familias migrantes en Estados Unidos han solicitado al Senado de ese país rechazar la propuesta de un impuesto del 3.5 por ciento sobre las remesas, incluido en el paquete fiscal impulsado por el presidente Donald Trump. La petición fue publicada en la plataforma Change.org como una carta abierta dirigida a legisladores de ambos partidos.
La medida, aprobada recientemente por la Cámara de Representantes, forma parte del proyecto titulado One Big Beautiful Bill y entraría en vigor el 1 de enero de 2026. La propuesta ha generado alarma entre las comunidades migrantes, quienes advierten sobre su impacto negativo tanto en sus familias en EE.UU. como en sus países de origen.
En el documento, dirigido a senadores como John Thune, Charles Grassley, Lindsey Graham, Susan Collins, Patty Murray, Mitch McConnell, Alex Padilla y Ted Cruz, entre otros, las familias migrantes subrayan que llegaron a Estados Unidos “por necesidad, no por elección” y que desempeñan un papel esencial en sectores como la agricultura, la construcción y el cuidado de personas.
Argumentan que el impuesto afectaría directamente a las modestas cantidades que envían a sus familiares en México, dinero que se utiliza para cubrir necesidades básicas como alimentos, medicamentos y vivienda. “Gravar estos envíos sería castigar a quienes ya enfrentan mayores dificultades”, señalan en la misiva.
Además, advierten que las remesas cumplen un rol importante en la reducción de la migración irregular, al permitir que muchas personas en países de origen no tengan que emprender el riesgoso trayecto hacia Estados Unidos. También alertan sobre los efectos diferenciados del impuesto, que impactaría con mayor fuerza a hogares en situación de vulnerabilidad, muchos encabezados por mujeres.
La carta también plantea preocupaciones sobre una posible doble tributación, al recordar que los migrantes ya contribuyen con más de 120 mil millones de dólares anuales en impuestos dentro de EE.UU. “Imponer un gravamen adicional a las remesas sería obligarnos a pagar dos veces, solo por ayudar a nuestros seres queridos”, sostienen, al tiempo que señalan una posible violación del tratado fiscal bilateral entre México y Estados Unidos.
El texto concluye con un llamado al Senado a actuar con “consideración justa y equitativa”, reiterando que no buscan privilegios, sino reconocimiento a sus contribuciones y al papel vital que juegan las remesas en la economía y el bienestar de sus comunidades.







