Investigadores de la Universidad de California en Davis trabajan en un proyecto para reducir las emisiones de metano de las vacas, un gas de efecto invernadero 80 veces más potente que el dióxido de carbono a corto plazo. Paulo de Meo Filho, científico posdoctoral, emplea un tubo para extraer líquido del estómago de «Thing 1», un ternero de dos meses, con el fin de estudiar los microbios que producen metano.
El proyecto liderado por Ermias Kebreab, experto en ciencias animales, busca desarrollar una píldora que transforme las bacterias intestinales de las vacas, evitando que emitan este gas. Kebreab subraya que casi la mitad del calentamiento global actual está vinculado al metano y que su reducción inmediata podría impactar rápidamente en la temperatura global debido a su corto tiempo de permanencia en la atmósfera, unos 12 años.
Cada vaca eructa cerca de 100 kilogramos de metano al año, lo que convierte a la ganadería en una fuente importante de emisiones. Este estudio podría revolucionar la industria al mitigar el impacto climático del ganado, ofreciendo una solución práctica a uno de los desafíos ambientales más urgentes.